Acciones Inesperadas

Llegas de la escuela, entras a tu casa y vas a la cocina pues ya es hora de comer. Ahí encuentras a tu mamá preparando un guisado que emite un aroma apetitoso. Te sientas a la mesa cómodamente, esperando a que aparezca tu comida frente a ti. Inesperadamente, tu mamá te dirige la mirada y con voz decidida te dice: “Ven a servirte tu comida”. Atónita la miras y paseas la vista hasta llegar al sartén sobre la estufa. Tu mamá se sienta frente a ti con su plato y empieza a comer. Tú sigues sin comprender porqué tu plato aún no ha sido servido, y sin ninguna otra opción que tomar, te levantas de la silla y te dispones a servir tus alimentos por primera vez. Y para colmo, al finalizar tu comida, tu mamá te pide que laves los trastes.