domingo, 23 de septiembre de 2007

La vida cambia

Ese día jamás lo vas a olvidar, fue el día en que te diste cuenta que conservar una amistad es algo cuesta mucho trabajo. Era una semana después de tu cumpleaños, un año después de haberte graduado de secundaria y estabas cenando con tus 4 mejores amigas, las conociste desde 2 de primaria y en secundaria se volvieron tus mejores amigas, conocías todo sobre ellas, inclusive antes de que dijeran algo tú ya lo sabías; conocías sus reacciones, gustos, familias, etc., compartían todo, eran como hermanas y se prometieron ser mejores amigas siempre, inclusive tienes ese anillo el cual es el símbolo de su amistad y que cada una tiene. Pero esa noche después de que todas estaban en prepas diferentes y aunque se seguían hablando y las habías seguido viendo, te diste cuenta de que ya no eran como antes, de repente, si te distraías un segundo ya no sabías de que estaban hablando o de quien. Te diste cuenta de que todas de alguna u otra manera eran diferentes, ya no conocías todo de sus vidas ni de lo que estaban pasando en ese momento, te diste cuenta que una amistad que es realmente de verdad cuesta mucho trabajo, pues como antes las veías siempre era muy sencillo conocerlas y ser amigas. Esa noche te dio miedo perderlas, te dolió mucho que ellas, quienes han sido tus amigas desde pequeñas, con quienes creciste pudieran desaparecer de tu vida en algún momento, te diste cuenta que la vida sigue y cada quien toma decisiones y caminos diferentes y que tal vez esa promesa que se hicieron no se pueda cumplir, claro que también te hizo pensar que si de verdad querías que siempre fueran amigas a pesar de a dónde vallan, tenían que cuidar su amistad, aunque tú sabías, que lo más probable, es que las cosas nunca volverían a ser como antes.

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