Y cómo lo explico
si no tengo palabras,
y como lo tengo
si no busco placeres.
Mientras tu boca habla
yo me sacio por dentro,
pues tu amor no se acaba
mas termina violento.
Aún yo cargo las penas
de ese dulce suspiro,
pues quitó ya las ganas
y con eso respiro.
Es el aire, amargura,
quien no miente y perdura,
mas la sangre derrite
el corazón con dulzura.
lunes, 29 de octubre de 2007
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